Te observo sin decir nada,
te hablo sin que oigas las palabras,
te digo que te amo con una mirada,
soñé que me pensabas... Despierto y ya no estabas...
Sí, puedes soñar,
siempre y cuando no olvides vivir.
Es un amargo pesar
dejar de sentir el corazón, su latir.
Que la felicidad inunda tu camino,
que nunca te haga falta el cariño,
que encuentres el camino del destino...
Sólo te tigo que te quiero amigo mío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario