En mi corazón
hay mil suspiros
y sólo una razón
para los latidos.
Esa razón
es mi todo,
mi pasión
y mi tesoro.
En mi cielo
es la única estrella,
que por esa vuelo
para quedarme con ella.
Donde sea
seguiré tu paso
y será cuando no vea
que existe el fracaso.
Amor, dulce amor,
que vuela, te llega,
te encierra en un mar
de locura y dolor.
¡Oh, amor!...
Divina tentación,
inspira temor
e infinita seducción.
A tu servicio me condeno
sean meses o años mil
con tal de sentirme pleno
o caer en la tristeza vil.
Pero teniéndote...
No necesitaré buscar más;
y eso me asusta por una parte
porque te dí lo que no daría jamás.
Por tí abandoné mi alma
para entregarme a la tuya.
Por tí apagué de mi corazón la flama
para que nuestro amor fluya.
Contigo descubro lo que es el amar:
Dar toda la confianza,
sin saber qué va a pasar;
llenar nuestros corazones de esperanza...
Esperanza que no sé si será verdad,
o será una boba fantasía,
a eso me condenas: la crueldad.
Y será un placer vivirla contigo día a día.
Porque contigo todo puedo;
pasar todo un milenio en un desierto,
soportar lo que venga del futuro y, sin miedo,
contemplar de lejos el firmamento.
No hay nada más bello
que esperar lo que venga a tu lado
y tener el sello
de que lo que venga ya será pasado.
Te amo mucho, vida.
Por tí éste corazón se mueve, por tí.
Por tí ésta alma todo dará y da
y dice que por tí viví.
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