Orgullo de ser Mujer
Es increíble como puede pasar el tiempo sin apenas darte cuenta, sin percibir los cambios que hay en tu vida: Te casas, tienes hijos, tu esposo ha cambiado complemente contigo y tú has dejado de ser la chiquilla con la que él se casó, aquella que siempre estaba linda, arreglada, con las manos y pies recién pintadas, sin tanto estrés encima de la casa el trabajo los chicos.
Las cosas pueden cambiar tanto como para que no sientas orgullo de ser mujer, y más bien lo veas como una carga que has de llevar sobre ti. Pero eso no debiera ser así.
Responsabilidades, hogar, recoger, limpiar, trabajar, comprar, pagar e hijos a los cuales amas demasiado, los cuales te demandan a veces más de lo que puedes dar y te sientes frustrada…
¡Ya no somos las mismas!
Has engordado y por más dietas que intentes y realices apenas logras bajar unos kilitos que vuelven a subir al primer traspié que das con la comida.
Con el tiempo te olvidas de que necesitas tiempo para ti misma, olvidas mimarte y relajarte. Olvidas lo que es sentirse mujer, sólo sintiéndote mamá, lavandera, niñera y cocinera. Sólo una mujer sabe como es sentirse así, acabas tu día tan cansada que a veces no te queda ánimo ni fuerzas siquiera para darte un baño.
Y me digo a mi misma que estoy cansada, cansada de dar todo de mí en el trabajo y que siempre tenga más cosas para hacer; cansada de no tener tiempo de calidad con mis hijos, cansada de no poder pasar una noche de amor con mi marido porque uno de los chicos llora, me llama, le duele algo, etc.
Y decidí que al llegar a mi casa cambiaría esa parte de agobio diario. Decidí ponerme guapa, pero sobretodo… ¡decidí cambiar de actitud!
No tengo que hacer todas las cosas a la vez, no tengo ayuda pero puedo dejar de lado algunas cosas para preocuparme de mí.
Ahora tengo mi tiempo para mis hijos, pero tranquila, sin apuros. Ahora soy capaz de dejar de lado cosas para dar prioridad a los hijos cuando me necesiten. Eso no es negociable, ellos son mi prioridad.
Luego me puse manos a la obra, hice todo lo que me había programado hacer y terminé exhausta al final de la noche, sin sentir pena por mi misma, poniéndome feliz, viendo como cambia la casa después de que la dejas como a ti te gusta. Nuestro hogar debe ser un lugar hermoso para sentirnos contentas.
Ya cansada pero contenta me bañé, y lo tomé con calma, sin apuros, viendo cómo se iba con el agua mi cansancio, mi sudor y me sentir revitalizada.
- Me sentí bella –
Me me puse un perfume delicioso y me acosté al lado de mi marido y sentí la paz que hace tiempo no sentía: Estar contenta de que estuviese a mi lado.
Sé que a veces es difícil como mujer tener todo encima, pero la verdad es que somos mujeres y Dios nos ha dado una cualidad de poder hacer varias cosas al mismo tiempo. Así que amiga, tienes que hacer las cosas lo mejor que puedas, lo más rápido que puedas, porque las cosas no se hacen solas. No tienes quien te ayude, ni modo, échale ganas, levántate y hazlo, pon una actitud positiva a la vida, te hace sentir mejor y el trabajo se siente menos pesado.
Las mujeres somos capaces de eso y mucho más.
No tengas complejos si quieres usar una ropa sexy, siéntete linda aunque no seas una modelo, usa lo que tienes sin complejo, el que estés gorda o flaca no tiene nada que ver.
-Ten seguridad en ti misma-
Aun si a pesar de todo lo que hay que hacer en un día y en la noche ya no puedas con tu alma. Siempre renueva el amor, la pasión que un día los unió, no hay que dejar morir el amor. Y menos el atractivo que un día lo enamoró.
- No caigas en las rutinas-
Ser madre, esposa, trabajadora, siempre se reflejará en nuestra cara, nuestro cuerpo ya no es el mismo, y ¿qué pasa? Nada, son las marcas de ser madre. Y eso es maravilloso.
-Eres valiosa-
-Sólo piensa “soy mujer valiosa y me amo tal como soy y también mi pareja” Haz que tus hijos y tu esposo sientan tu amor, haz cosas de forma diferente, atrévete a ser distinta.
Sólo cuando decides cambiar el cansancio y el agobio por dar mucho amor a los tuyos, todo cansancio desaparecerá. La vida está llena de momentos y los cuales se van y no vuelven más, disfrutarlos al máximo, demos ese incentivo a nuestro matrimonio, por nosotras, por él, por todos…
Enorgullécete de quien eres
Siéntete bella, orgullosa de ser mujer, de ser madre, de ser amante de tu esposo, de ser cocinera y que tus hijos digan “qué delicia mamá”, orgullosa de salir a trabajar y poder comprarte esa cartera o blusa que tanto deseabas… en fin orgullosa de ti misma, de ser tú, de que las arrugas ya se te noten sin que te importe, que tus amigas vengan a ti en busca de consejo, porque se nota la felicidad y que estás contenta con tu vida, en fin: ORGULLOSA DE SER MUJER.
http://www.todamujeresbella.com/8856/orgullo-de-ser-mujer/
Es increíble como puede pasar el tiempo sin apenas darte cuenta, sin percibir los cambios que hay en tu vida: Te casas, tienes hijos, tu esposo ha cambiado complemente contigo y tú has dejado de ser la chiquilla con la que él se casó, aquella que siempre estaba linda, arreglada, con las manos y pies recién pintadas, sin tanto estrés encima de la casa el trabajo los chicos.
Las cosas pueden cambiar tanto como para que no sientas orgullo de ser mujer, y más bien lo veas como una carga que has de llevar sobre ti. Pero eso no debiera ser así.
Responsabilidades, hogar, recoger, limpiar, trabajar, comprar, pagar e hijos a los cuales amas demasiado, los cuales te demandan a veces más de lo que puedes dar y te sientes frustrada…
¡Ya no somos las mismas!
Has engordado y por más dietas que intentes y realices apenas logras bajar unos kilitos que vuelven a subir al primer traspié que das con la comida.
Con el tiempo te olvidas de que necesitas tiempo para ti misma, olvidas mimarte y relajarte. Olvidas lo que es sentirse mujer, sólo sintiéndote mamá, lavandera, niñera y cocinera. Sólo una mujer sabe como es sentirse así, acabas tu día tan cansada que a veces no te queda ánimo ni fuerzas siquiera para darte un baño.
Y me digo a mi misma que estoy cansada, cansada de dar todo de mí en el trabajo y que siempre tenga más cosas para hacer; cansada de no tener tiempo de calidad con mis hijos, cansada de no poder pasar una noche de amor con mi marido porque uno de los chicos llora, me llama, le duele algo, etc.
Y decidí que al llegar a mi casa cambiaría esa parte de agobio diario. Decidí ponerme guapa, pero sobretodo… ¡decidí cambiar de actitud!
No tengo que hacer todas las cosas a la vez, no tengo ayuda pero puedo dejar de lado algunas cosas para preocuparme de mí.
Ahora tengo mi tiempo para mis hijos, pero tranquila, sin apuros. Ahora soy capaz de dejar de lado cosas para dar prioridad a los hijos cuando me necesiten. Eso no es negociable, ellos son mi prioridad.
Luego me puse manos a la obra, hice todo lo que me había programado hacer y terminé exhausta al final de la noche, sin sentir pena por mi misma, poniéndome feliz, viendo como cambia la casa después de que la dejas como a ti te gusta. Nuestro hogar debe ser un lugar hermoso para sentirnos contentas.
Ya cansada pero contenta me bañé, y lo tomé con calma, sin apuros, viendo cómo se iba con el agua mi cansancio, mi sudor y me sentir revitalizada.
- Me sentí bella –
Me me puse un perfume delicioso y me acosté al lado de mi marido y sentí la paz que hace tiempo no sentía: Estar contenta de que estuviese a mi lado.
Sé que a veces es difícil como mujer tener todo encima, pero la verdad es que somos mujeres y Dios nos ha dado una cualidad de poder hacer varias cosas al mismo tiempo. Así que amiga, tienes que hacer las cosas lo mejor que puedas, lo más rápido que puedas, porque las cosas no se hacen solas. No tienes quien te ayude, ni modo, échale ganas, levántate y hazlo, pon una actitud positiva a la vida, te hace sentir mejor y el trabajo se siente menos pesado.
Las mujeres somos capaces de eso y mucho más.
No tengas complejos si quieres usar una ropa sexy, siéntete linda aunque no seas una modelo, usa lo que tienes sin complejo, el que estés gorda o flaca no tiene nada que ver.
-Ten seguridad en ti misma-
Aun si a pesar de todo lo que hay que hacer en un día y en la noche ya no puedas con tu alma. Siempre renueva el amor, la pasión que un día los unió, no hay que dejar morir el amor. Y menos el atractivo que un día lo enamoró.
- No caigas en las rutinas-
Ser madre, esposa, trabajadora, siempre se reflejará en nuestra cara, nuestro cuerpo ya no es el mismo, y ¿qué pasa? Nada, son las marcas de ser madre. Y eso es maravilloso.
-Eres valiosa-
-Sólo piensa “soy mujer valiosa y me amo tal como soy y también mi pareja” Haz que tus hijos y tu esposo sientan tu amor, haz cosas de forma diferente, atrévete a ser distinta.
Sólo cuando decides cambiar el cansancio y el agobio por dar mucho amor a los tuyos, todo cansancio desaparecerá. La vida está llena de momentos y los cuales se van y no vuelven más, disfrutarlos al máximo, demos ese incentivo a nuestro matrimonio, por nosotras, por él, por todos…
Enorgullécete de quien eres
Siéntete bella, orgullosa de ser mujer, de ser madre, de ser amante de tu esposo, de ser cocinera y que tus hijos digan “qué delicia mamá”, orgullosa de salir a trabajar y poder comprarte esa cartera o blusa que tanto deseabas… en fin orgullosa de ti misma, de ser tú, de que las arrugas ya se te noten sin que te importe, que tus amigas vengan a ti en busca de consejo, porque se nota la felicidad y que estás contenta con tu vida, en fin: ORGULLOSA DE SER MUJER.
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